En un torbellino de imágenes y sentimientos, recorro con la mente y el corazón toda una vida dedicada a desarrollar mi vocación, “ser maestra”.

El camino es muy valioso y extenso, y antes del cierre, la Mater quiso que yo llegara a su casa. Son muchos los años en los que me ha permitido ser parte de la gran Familia Mater, y compartir con todos uds y sobre todo con tantos niños que por siempre tendrán un lugar en mí.

Como se estarán dando cuenta, esta vez no les escribo para compartir sobre la tarea pedagógica, lo hago abriendo mi corazón, para compartir mi sentir…

Me siento infinitamente feliz de ser parte de esta Gran Familia, y a pesar de la tristeza que me invade, por esta etapa que comienza a cerrarse, una inmensa felicidad me calma al saber que siempre serán parte de mí y yo de uds.

Son miles los GRACIAS!!!! que quiero regalar, para que cada uno lo reciba de manera personal:

Mis pequeños de tantos años, que me permitieron disfrutar mi vocación y comprobar hasta el último instante que permanece intacta. A todas las Familias, que me han permitido caminar junto a uds y cuidar lo más preciado que tienen, sus hijos. Mi Gran Equipo Docente, con el que crecimos cada día y con el que compartimos no solo la tarea sino también nuestras historias personales, sabiendo que contábamos con el otro para lo necesario. Todo, todo el Personal de nuestro Colegio de los distintos Niveles, y Áreas. Reconozco en cada uno el compromiso con la tarea que desarrollan como también las valiosas cualidades personales. Nuestra tarea compartida me permite también llevarme amigos, que me acompañarán por siempre. A todas las Hnas que me abrieron las puertas de su casa, y me permitieron ser parte de su tesoro, Nuestro Colegio. Me enseñaron a descubrir y cultivar un vínculo más intenso y rico con la Mater.

Por último quiero permitirme un gracias muy especial para quien compartió conmigo todo su sueño sobre el Jardín Mater… Gracias Hna Marianela por cada enseñanza, por cada charla, por cada mirada cómplice, por toda su valoración y reconocimiento hacia mi desde el primer día. Gracias también por ser mi sostén cuando lo necesite, y por el cariño enorme que ambas sentimos y cuidamos tanto.

Querida Familia, cómo no sentir, a pesar de la emoción de hoy, que por siempre estaré en todos uds. Me dispongo a vivir esta nueva etapa con el amor de mi familia, quienes siempre me acompañaron y me permitieron de manera muy generosa, que viviera mi profesión con todo mi ser.

No les voy a decir adiós porque sé que nos estaremos viendo muy pronto, nos estaremos viendo siempre….

Quiero compartir en el cierre una frase del P. J. Kentenich:

“Quien quiera conquistar los corazones, debe dar a cambio su propio corazón”

Cada vez que leo esta frase, pienso…esto intento cada día, ¡¡ojalá lo hayan recibido así!

Unidos en la Mater, le pediré que proteja a cada uno…

Reciban mi cariño infinito. ¡¡Hasta siempre!!!

Patricia